Para este tipo de masaje, se distribuyen diferentes tipos de piedras a temperatura variada en diversas partes de la espalda y el cuerpo. Las piedras son suaves y lisas, principalmente basálticas, que son rocas volcánicas con un contenido variado de hierro, elemento que ayuda a retener el calor por más tiempo. Para las piedras frías se utilizan las de mármol.
El masaje consiste en poner las piedras en diferentes zonas del cuerpo y puntos energéticos, como la columna vertebral, abdomen, frente, manos y pies, entre otros, lo que provoca que se dilaten los vasos sanguíneos y linfáticos y se estimula la circulación , eliminando tensiones, provocando la relajación y revitalización general del cuerpo, así como la oxigenación de la piel. La sesión termina con un masaje final con aceite esencial.
Beneficios del masaje con piedras calientes:
elimina toxinas
Estimula el metabolismo
Alivia dolores menstruales
Alivia dolores de espalda
Relaja y elimina el estrés
Revitaliza y oxigena la piel